¿Cómo conseguir entre tod@s una ciudad o un pueblo más saludable, igualitario y sostenible? Esta es la pregunta que se hicieron los colegios e institutos de Villarrobledo. Y la conclusión a la que llegaron fue muy clara: REVERDECIÉNDOLA.

La siguiente pregunta surgió enseguida: y eso, ¿cómo se hace? Porque no querían afrontarlo de cualquier manera, sino asegurándose que sus esfuerzos sirvieran realmente para lograr un pueblo con la naturaleza al alcance de un paseo. Así que durante meses se han dedicado a aprender sobre las plantas autóctonas y cómo reproducirlas, convirtiendo las escuelas en un bullicio vegetal.
Y llegó la primavera.
Informadas, comprometidas, preparadas y dispuestas, las comunidades educativas, acompañadas por asociaciones locales y otros colectivos, apoyadas por el Ayuntamiento y las empresas locales, y guiadas por el profesorado, se han reunido una vez más, y ya es la tercera, para llenar de verde un nuevo espacio municipal.
Equipados con azadas, azadones, azuelas, legonas, escabillos y palas, y con un cargamento de encinas, robles y romeros, chicos y chicas representantes de los centros escolares, con la compañía de sus familiares, dedicaron un mañana entera a la tarea. Una tarea que estaba clara: abrir un buen hoyo, mullir la tierra (¡ese tesoro!), depositar la planta con cuidado, tapar, compactar y regar. Una lección que no olvidarán jamás, en la que la nota media fue de sobresaliente. Y un resultado que disfrutarán no solo ellos y ellas, sino también las generaciones que están por venir.
Para abrir ilusiones, la plantación de seis grandes almeces, árboles sombreadores donde los haya, donados para la causa por empresas responsables, y plantados cada uno de ellos por uno de los centros escolares con todo el mimo posible, no exento de energía, como se puede ver en el vídeo adjunto.
¡Ah!, y tampoco se olvidaron de los eternos acompañantes de los árboles: los pájaros. Una vez más gracias al patrocinio de las empresas locales más comprometidas, consiguieron y colocaron unas cuantas “viviendas de pájaro”, cajas nido para acoger a la plumífera descendencia que habrá de habitar y animar estos espacios verdes.
Porque pensar en el Planeta empieza por pensar en lo más cercano, porque cuidar la naturaleza es cuidar a las personas, y porque ser ciudadanía activa y comprometida se aprende comprometiéndose y actuando.
¡PLANTAMOS VIDA!

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